viernes, octubre 06, 2006

El final llega aunque no parezca

Después de tantos años una va entendiendo...la vida te pone obstáculos que deberás superar para ser más fuerte más sana y más feliz. En esa carrera a veces desolada, a veces incomprensible se corporizan las "pruebas" que hacen de una "la mujer completa".
En pocas palabras cuando me siento a la mesa de los manjares cotidianos junto a mi querida compañera de vida. Cuando despierto envuelta de cálidos besos y caricias iluminada por la enorme sonrisa de mi amada entiendo al fin que cuando sos pequeña las baratijas parecen joyas verdaderas. Crecer tuvo sus gratificaciones las baratijas son para las nenas tontas que no quieren crecer y yo soy una mujer que desea Joyas las joyas que una se merece por ser buscadora de tesoros.

Pequeñitas y tristes se ven las mujeres del pasado. Juan Carlos Baglieto lo ha dicho muy bien en “Un gigante de Ojos azules” (expongo este fragmento, muy recomendable la versión cantada por el mismo).


Un gigante de ojos azules
amaba a una mujer pequeña
que su sueño era una casita
pequeña como para ella
que tuviera en su frente un jardín
un jardín con madreselvas.

Un gigante de ojos azules
amaba a una mujer pequeña
que muy pronto ya se ha cansado
de tan desmesurada empresa
que no terminaba en jardines
jardines con madreselvas.

Adios ojos azules, dijo,
Y con gracia muy voltereta
del brazo de un enano rico
entró en la casita pequeña
que en el frente tenía un jardín
un jardín con madreselvas.

El gigante comprende ahora
que amores de tanta grandeza
no caben ni siquiera muertos
en esas casas de muñecas
que en el frente tienen jardines
jardines con madreselvas.



Yo me despido de la mujer pequeña que creí haber amado.

También me despido de la mujer pequeña que yo era cuando, en lo perverso, quise encontrar amor.

Destino de quien maldice a quien ama

a S. P

No descansarás en paz por perturbar la memoria de quienes guardan un lúgubre recuerdo de tu sombra.

Caminarás resentida y sola entre tumbas y hedor
Te aferrarás al bastón de tus huesos raídos
Deambularás por la cárcel de tus venas secas de ingratitud
Tragarás el vómito de lava de palabras injustas de tu boca maloliente
Comerás, con dientes podridos, el pan agrio de los que aún te tienen lástima.
Morderás eternamente las manos de quienes pretendan acercarse
Aullarás como los espíritus de tus perros hacinados, hambreados por tu vil forma de amar.
Se anudará tu lengua maldiciente, se hará cenizas tu clamor.
Vagará tu anhelado sueño eterno entre las tumbas de tus víctimas.
Arderás en las llamas del minúsculo cielo, dádiva de tus plegarias.
Huirás despavorida cuando el espejo te devuelva tu espantoso verdadero rostro de siempre.
Serás un cadáver, un ruin fantasma en la memoria de muchos que elevarán una plegaria por pura piedad.

Gal.